RAFAEL AMAYA VIVE LA VIDA DÍA A DÍA

Rafael Amaya regresa a la actuación para una nueva temporada, la octava de «El Señor de los Cielos» (Telemundo), a partir del próximo martes 17 de enero en Estados Unidos. El actor, quien tuvo que dejar el papel de «Aurelio Casillas» e internarse en un centro de rehabilitación para el consumo de alcohol y drogas, regresa completamente recuperado para revivir al personaje que lo lanzó a la fama y le ha acompañado en los últimos nueve años de su carrera.

– Rafa, ¿hay algún requisito, horario o algo diferente que estés haciendo ahora que has regresado a las grabaciones para proteger tu salud y no recaer?

«¡Jajaja! Sí, quince horas de grabación…», interviene Isabella Castillo.

«¡Ehh, sí, no, no, todos tenemos el mismo trato», dice Amaya.

«No hay nada de qué protegerse, todo va a ‘modo piloto’, va muy bien, todo está maravilloso. El elenco es maravilloso, el equipo técnico también, mi vida personal está muy bien también, gracias a Dios, todo va bien.

«Ahorita estamos aquí con ganas de gritar, de llorar, con emociones encontradas. Estoy muy emocionado, muy agradecido y me siento un ser muy afortunado, claro, por supuesto», agrega.

– Tu personaje «Aurelio Casillas», a quien matan en la serie, ahora «resucita» y regresa con una nueva visión de la vida…
Sí, ahora por todo lo que le ha pasado en la vida es muchísimo más observador; conciencia más las cosas, no es tan inmediato, tan visceral, tan animal, sino que ya le importa muchísimo más la familia, los sentimientos.

«Ya se está haciendo grande, ya tiene varios nietos, se le han muerto muchos hijos y yo creo que es suficiente como para querer cambiar».

– De forma paralela a tu personaje, con todo lo que te ha pasado a ti también, ¿tú también has cambiado, no?
¡Yo sí, estoy más viejo! ¡Jajaja! Claro, claro, todos los días vamos cambiando, nos vamos oxidando, nos vamos haciendo más viejos. Vamos cambiando el ángulo de ver la vida, todo depende a través de qué cristal lo vea; entonces, pues así es la vida, vivirla al día a día.

Arropado por sus compañeros en el press junket, Isabella Castillo comparte una anécdota del detrás de cámaras que consideran sirvió como buen augurio para la nueva temporada.

«El primer día de grabación, de hecho lo tomamos como una señal de buena suerte…

«Estábamos grabando en las afueras de la Ciudad de México, en una montaña y de repente nos empiezan a decir todos ‘¡salgan, salgan!’, y pues un simulacro según nosotros y ¡nooo!

«Realmente estaba temblando y empezó a crujir todo, y fue muy emocionante porque dijeron que eso había sido un augurio, un buen augurio de que así ‘¡primer día de grabación y está temblando!’ ¡jajaja!».