«La última trashumancia», sobre la extinción de un modo de vida milenario compite en Ecozine

Por Adela Mac Swiney

 Zaragoza, España, 11 abril (Notistarz).- El cineasta y fotógrafo rumano Dragos Lumpan compite en la Sección Oficial de la 17ª edición de Ecozine Film Festiva,  con «La última trashumancia», un filme que describe la extinción de un modo de vida milenario y que es una historia conectada a las raíces del cineasta.

«Con este filme, que ha tenido muchos retos, yo he encontrado que tengo una gran fuerza interior, quizá no tanto como la que tienen los pastores, pero me he venido arriba, me ha dado mucho», aseguró en la presentación en la Filmoteca de Zaragoza.

Dragos Lumpan, quien fue presentado por el periodista Robert Gómez, ha hablado de cómo surgió este proyecto. «Ha sido por varias razones, alguna de ella muy personal y ha tenido que ver con mis propias raíces pue yo nací en una ciudad, pero tuve abuelos y familiares cercanos en pueblos y yo quería recuperar eso, tener mayor conexión con estas raíces que yo echaba de menos».

Explicó que  algo que me llamó la atención y quizá parezca menor, es que cuando conduces por la carreteras, puede ocurrir que se te atraviese un rebaño de ovejas, de cabras, tienes que parar, dejar que pasen y luego seguir y agrega que sintió curiosidad por este tipo de actividad y en algún momento pensó que se trataba de gente que tenía su granja cerca y simplemente sacaba a sus animales a pastorear, pero descubrió que se trataba de trashumantes, que esos mismos rebaños que cruzaban el camino venían de otro lugares, recorriendo cientos de kilómetros, «lo que me pareció algo tremendamente curioso».

Afirmó que «me pareció que eran unos extraños y de alguna manera hago una metáfora con los ‘aliens’, con los extraterrestres que la NASA está buscando todo el tiempo e invirtiendo mucho dinero para ello, pero que en este caso están ahí cerca y uno es capaz de tocarlos, de mirarlos, de conversar con ellos, son extrañas criaturas de un mundo alienígena; y quizá no sea la última razón, porque también ha influido que a mí me gustan mucho las ovejas y el queso».

La trashumancia es el movimiento de ganado que realizan los pastores en otoño y primavera, a lo largo de cientos de kilómetros entre los pastos de montaña y los de llanura para alimentar y proteger a sus rebaños.

«La última trashumancia» es un proyecto artístico, etnográfico y sociológico que abarca 15 años, 6 países (Rumanía, Turquía, Grecia, Italia, Albania y Gales), más de 50 mil kilometros recorridos, 100 mil fotos, 100 horas de metraje y 100 horas de grabaciones de audio.

Dragos Lumpan dio a conocer que empezó este proyecto hace muchos años, en 2007, pensando que sería solo un libro de fotos, buscó financiamiento para ello y no lo consiguió, llegó una crisis económica, pero también, poco después, la oportunidad de una nueva generación tecnológica de cámaras, maneras diferentes de hacer cine, con una calidad que no existía anteriormente y eso entra en el orden de facilitar la película.

Sobre si los pastores que han intervenido en el filme han podido verlo, dijo que no, porque hay festivales que piden que no se haya visto previamente, aunque cuando acabe la gira de certámenes organizará una agenda para ello.

Sin embargo, compartió que los pastores sí han visto el libro fotográfico que finalmente pudo editarse y su visión acerca de las fotografías fue muy interesante. «Estaban sorprendidos de lo verde del pasto, del azul del cielo, de alguna cola grande de una oveja, no necesariamente de lo que yo había concebido, eso fue muy sorprendente para mí», reveló.

También comentó que entre los retos para hacer el filme estuvieron, además de los seis países y los muchos kilómetros que se recorrieron, así como el financiamiento, las condiciones climatológicas y el estar tan expuesto en la naturaleza.

«Estaba con un neopreno, en el suelo, a menos 17 grados, las ovejas podían tocarme, a veces abría lo ojos y estaba la cara de un burro muy cerca de la mía; después de esta experiencia puedo dormir tranquilamente en cualquier sitio y además, me ha hecho más fuerte, pero más allá de todo, me gustan las ovejas y el queso», sostuvo.