CONSUELO DUVAL ESTÁ APRENDIENDO QUE SE MERECE LAS BENDICIONES

Con casi 40 años de trayectoria, Consuelo Duval hace un recuento de su aprendizaje a lo largo de los años, en los que ha sido discriminada en su búsqueda de hacer cine y hasta ha recibido un sueldo menor a sus compañeros de trabajo, por lo que a pesar de que ahora se encuentra en un buen momento, no se quita de la mente que pronto podría pasar algo malo.

«Aprendí que no tengo la fortaleza suficiente como para las adversidades, que soy ‘debilucha’ de corazón y de emociones, pero que la vida es como cuando vas en carretera: A veces hay topes, a veces hay altos, a veces hay un árbol a mitad de camino y lo tienes que sortear; o sea, creo que la vida está llena de eso y que no todo es blanco o todo es negro, hay matices.

«Eso aprendí, a no ser tan tajante y tan así, tan extremista. Ahorita me siento plena, me siento feliz; comentaba en mis redes que me cuesta mucho trabajo aceptar las bendiciones, porque siempre estoy esperando como que algo detrás venga malo y me pongo en modo alerta, pero estoy aprendiendo justo ahorita, a mis 55 años, que también me merezco bendiciones y que no viene nada malo a cambio de ellas».

La comediante mexicana acaba de estrenar su segundo largometraje «Malcriados» (VIX+), que protagoniza al lado de Mauricio Graza, con quien logró muy buena química, aunque señala que a veces lo quiere golpear, pues le jugó muchas bromas durante el rodaje.  

«No, pues que me voy a esconder entre el vestuario de mi ‘Consu’ (Consuelo), de mi madre, y entonces ella llega bien campante, ya sabes ‘Consu’ con ‘María’ (su perrita), ¡sha la la, sha la la, sha la la! Y en eso que la asusto y echa un grito que, o sea, yo no sé si yo asusté más a Consu que ella a mí con ese grito», relata Mauricio.

«No me gustan las bromas», dice Consuelo.

 «¡Ay, me voy enterando!», agrega Garza.

«Pero de Mauricio aguanto absolutamente todo; me salía de donde menos lo esperabas y mi grito fue así de ‘¡ay, hijo de la..!’, ¡me lo quería..!’, pero ¡sí me dio mucha risa, la verdad!», finaliza Duval.