“Como en el boxeo, hay que ser duro en los negocios. Solo perderás cuando te rindas, y yo no me rindo. Esa es la clave”, asegura el británico.
Miami, 10 de febrero de 2023
Apenas descansa cuatro horas diarias, porque considera que dormir es un tiempo de vida perdido y el tiempo es el bien más poderoso en el mundo, por encima del dinero, el oro o los bitcoins. Así es el día a día de Joe Fournier, el emprendedor británico que acompaña la práctica del boxeo con negocios de restauración por todo el mundo y con la misión de compartir los secretos del éxito.
“No podemos comprar tiempo, así que es lo único que me importa. Dormir muy poco me motiva a entrenar y me hace mejor en los negocios. Así encontré el equilibrio perfecto de los últimos 10 años como atleta profesional y empresario: primero entreno, y luego voy a la oficina. Estoy de mejor humor, tomo mejores decisiones y soy muy organizado. De lo contrario, no puedes hacer que suceda”, explica Fournier.
Sus dos pasiones se complementan. La experiencia en el boxeo le ha llevado a entender que ser “firme” es genial en los negocios, para enfrentar los tiempos malos.
“He tenido muchos malos momentos, y estoy seguro de que habrá más por venir. Hay algunos buenos momentos. Por ello, respeté los malos momentos y aprecié los buenos. Y, como en el boxeo, hay que ser duro. Solo perderás cuando te rindas, y yo no me rindo. Esa es la clave”, asegura.
Fournier comenzó a boxear profesionalmente en 2015. Entonces, ganó el cinturón vacante internacional de peso semipesado de la AMB al derrotar a Wilmer Mejía en el octavo asalto en República Dominicana.
El deporte cambió su vida. Antes de boxear, pesaba unas 80 libras de más. Ganaba mucho dinero, pero estaba obeso. Bajar de peso le devolvió la tranquilidad y la salud, y ahí empezó todo.
“Pensé que, como lavaplatos, no era difícil pagar el alquiler de mi madre. Ganaba una libra por hora, a los 13 años, ilegalmente. Luego tuve que luchar en el Streets Bear Knuckle para ganar diez libras por pelea. Crecí en eso, pero seguí adelante con lo que me gustaba. Todo es posible”, recuerda sobre sus difíciles inicios.
Ahora su pasión es inspirar a los jóvenes a hacer lo mismo. Les pide encarecidamente que no fumen, ni beban, ni se droguen. Su idea del empresario actual es como la del atleta moderno: “tienes que ser holístico, no puedes simplemente ser habilidoso. Tienes que ser poderoso, estar en forma, sano y concentrado”.
Para ser exitosos en “el atletismo de la vida y en el espíritu empresarial”, propone enamorarse de uno mismo y ser “honorable” con empleados, socios, clientes, pareja, familiares y amigos.
Su actual negocio, bajo la marca de Bond, es un estilo de vida y hospitalidad, con restaurantes, bares y clubes nocturnos, en lugares como Tulum (México), Mykonos (Grecia), y próximamente hoteles.
Joe es mucho más que un simple boxeador o un emprendedor. Perdió su fortuna luego del divorcio de sus padres. Pasó de tener un chofer a tomar el autobús todos los días.
Su carrera deportiva empezó como jugador profesional de baloncesto y capitán del equipo nacional británico. Se vio obligado a abandonar este deporte por una lesión severa. Luego invirtió el poco dinero que le quedaba en un pequeño gimnasio. En 2008, escribió su libro de fitness «Red Carpet Workout». Su éxito se lo debe a la estricta disciplina. Es un hombre de familia y un emigrante que empezó de cero en Estados Unidos.